Producción de poliéster (PET) reciclado consume 85% menos de energía y genera 77%
menos emisiones de CO2 que una tela convencional.
Para producir una camisa se necesita el equivalente a 9 botellas PET de 600 ml.
Costa Rica, 30 de noviembre de 2022. La tendencia a nivel mundial es la búsqueda de
alternativas para recuperar y dar un segundo uso a los residuos que generamos. Es decir, pasar
de opciones de consumo lineales hacia una economía circular.
Tal es el caso del poliéster (PET), que es el tipo de plástico más usado para envases en industrias
como la de alimentos y bebidas. De hecho, cada minuto, se venden un millón de botellas de
plástico en todo el mundo, de acuerdo con datos de Preserve Planet.
Gracias a esa búsqueda constante por desarrollar acciones que potencien hábitos de consumo
más sostenibles, ya es posible crear telas hechas a partir de botellas de plástico (PET) recicladas.
El proceso consiste en recolectar botellas plásticas del mar y de rellenos sanitarios para luego
limpiarlas, triturarlas y convertirlas en hojuelas. Posteriormente, estas son transformadas en chips
para crear hilos hechos de poliéster reciclado.
“Más allá de la tecnología que usamos, lo importante es garantizar la trazabilidad de la materia
prima de origen reciclado. El proceso inicia en la recolección y limpieza de los envases para
concebir una nueva materia prima que permita transformar el poliéster reciclado en hilos. Luego,
se transforman en una tela con la calidad necesaria para confeccionar diferentes tipos de
prendas”, comentó Milciades Manrique, director de mercadeo de Lafayette.
Para fabricar una camisa, se utiliza el equivalente a 9 botellas PET de 600 ml. Precisamente, la
empresa Lafayette cuenta con los certificados RCS y GRS (estándares internacionales sobre
declaración de material reciclado) que garantiza la trazabilidad de uso de materia prima de origen
reciclado para la fabricación de textiles hechos a partir de la recuperación de botellas PET.
“El proceso para crear este tipo de hilo es más complejo que una tela convencional, porque es
necesario ajustar las condiciones de fabricación. Sin embargo, el tiempo de producción es el
mismo y el ahorro de recursos es superior. Por ejemplo, se consume 85% menos de energía y se
genera 77% menos emisiones de CO2 en la fabricación de un chip de poliéster reciclado”, agregó
Manrique.
Esta técnica permite el segundo uso de las botellas PET cuyo porcentaje de reciclaje a nivel
mundial es del 9%, según datos del Fondo Mundial para la Naturaleza, en un contexto donde se
producen 400 millones de toneladas de plástico al año.
Ropa a partir de botellas PET
Esta nueva tendencia mundial de fabricar camisas hechas con hilos a partir de material reciclado
ofrece un producto de alta calidad y con muchos más beneficios, si se compara con la tela
convencional. Por ejemplo:
Mantiene su color por más tiempo durante las primeras 50 lavadas.
Evita la generación de frisado -conocido también como pilling- que son esas motas de
fibras en la superficie del tejido.
Se lava y seca rápidamente. Además, no se arruga.
Se pueden diseñar con protección solar UPS 50, control de humedad y antibacterial.
De acuerdo con Lafayette, cada vez más, las empresas en Costa Rica se interesan por obtener
para sus colaboradores nuevos uniformes hechos de telas a partir de poliéster reciclado. Tal es el
caso de NESTLÉ, que recientemente adquirió uniformes hechos de este material para el 100% de
su equipo de mercaderistas en el país.
“Bajo nuestro enfoque de Creación de Valor Compartido, nuestra estrategia de sostenibilidad
ambiental tiene como fin preservar los recursos para las generaciones futuras. Una de las
maneras para lograrlo es impulsar hábitos de consumo circulares, reducir el uso de nuevos
recursos y dar un nuevo valor a los ya existentes. Esta misma lógica la estamos impulsando a
través de nuestros programas de recuperación y coprocesamiento o reciclaje de empaques
posconsumo. Hoy somos la primera empresa certificada como plástico neutral en Costa Rica”,
comentó Elizabeth Valverde, líder de Asuntos Públicos y Corporativos de NESTLÉ Costa Rica.
En esta ocasión, se utilizó el equivalente a 9 880 botellas PET de 600 ml, lo que permitió la
creación de 1 032 prendas, entre camisas y pantalones.